Iglesia Presbiteriana Cristo Redentor

Israel está en una encrucijada. Pueden volver a casa o continuar en la oscuridad exterior. ¿Qué marcará la diferencia? Cuando estamos en una encrucijada en nuestras vidas, ¿qué podemos hacer para encontrar el camino a casa? Dios responde a esa pregunta a partir de dos historias muy antiguas.

Iglesia Presbiteriana Cristo Redentor

Ya sea que 2018 haya sido un buen año o un año difícil, tenemos muchas razones para estar agradecidos. ¿Por qué estás más agradecido? El primer domingo de cada año es un servicio muy especial. Es un momento para dar gracias al Dador de todas las cosas buenas. Col 3:15 - Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.

Llegamos al último domingo del año y podemos evaluar si tenemos motivos para dar gracias o no. Hay personas que perdieron a un ser querido; otras recibieron un nuevo miembro en su familia. Algunas se enfermaron; otras recuperaron su salud. Algunos perdieron su trabajo; otros consiguieron empleo. Algunas personas se casaron; otras rompieron sus relaciones. ¿Qué tal tú? ¿Cómo evalúas el año que termina? ¿Tienes motivos para tener infinita gratitud?

Pensamos que el nacimiento es el inicio. Entonces cuando contemplamos el nacimiento de Jesús, a veces podemos pensar en ese momento como el inicio de su vida y ministerio. Sin embargo, su historia comenzó mucho antes de Belén...

Oseas 11 nos da una nueva perspectiva breve pero dramática de Dios Padre. En un lenguaje sorprendente, vemos el dolor y la angustia del corazón de un Padre cuando su hijo amado toma decisiones que están destruyendo su vida. ¿Cómo manejará el más sabio de todos los padres esta situación tan difícil y dolorosa?

En Oseas 9, vimos que Dios llamó a Israel de nuevo a Sí mismo advirtiéndoles qué pasaría si no regresaran a Él. ¿Respondieron con temor y arrepentimiento? No, se declararon anarquistas. “¡No tememos al Señor y no tenemos rey!” En sus mentes, eran demasiado fuertes, demasiado orgullosos, demasiado independientes y demasiado libres para doblar sus rodillas ante alguien. ¿Pero eran realmente libres? ¿Lo somos nosotros?

Ser un profeta no era un buen trabajo. Los "afortunados" no eran nada populares, muchos fueron atacados e incluso asesinados. Hablaron palabras de vida del Señor mismo, pero fueron vistos como locos y tontos. ¿Qué impulsó a estos hombres a seguir siendo "tontos para el Señor"?

“Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina.”

Muchas generaciones después de que fueron liberados de Egipto, los hijos de Israel fueron esclavos una vez más. No de Babilonia o Asiria, sino de un poder aún mayor; El tirano conocido como "más". Este tirano saca su poder no de los ejércitos, sino de su capacidad para convencer a los esclavos de que sus vidas no están siendo destruidas y que realmente no quieren ser libres.

La semana pasada vimos al león omnipotente herir a su propio pueblo. En su dolor, el pueblo de Dios responde con algunas de las palabras más hermosas de todo el libro de Oseas. Confían en que Dios los escuchará y volverá para curarlos. Sorprendentemente, Dios responde, no con sanidad, sino hablando de un juicio mayor. ¿Que pasó? ¿Qué nos puede enseñar el rechazo de las hermosas palabras que se encuentran en Oseas 6: 1-3 sobre cómo responder a la disciplina del Señor?

Vivimos en un mundo donde la comodidad se considera uno de los mayores bienes, por lo que el dolor de cualquier tipo (físico, emocional, económico, etc.) se considera uno de los mayores males. Muchos predicadores de hoy dicen que Dios está trabajando activamente para eliminar el mal del dolor al hacernos ricos, saludables, etc. Pero, ¿es realmente malo el dolor? ¿Qué pasa si el dolor es algo que Dios intencionalmente trae a nuestras vidas a propósito para Su gloria? ¿Podríamos adorar a un Dios así?

El capítulo 8 comienza con la idea de “no condenación”, y termina con la de “no separación”, y nos lleva a un nuevo nivel de confianza en la provisión de Dios. Podemos ver esta sección como una conclusión natural a lo que Pablo ha estado enseñando en los capítulos 5-8. Es un llamado a celebrar nuestra seguridad en Cristo: la obra de Dios a nuestro favor y su amor por nosotros, expresado en Cristo. El hecho de que Dios está de nuestro lado, alcanza su clímax en el acto de entregar a su amado Hijo. AL hacer esto, ¿No habrá de entregarnos junto con Él, todas las cosas?

El capítulo 8, inició enumerando las gloriosas bendiciones que tenemos en Cristo, y de pronto, Pablo introduce el tema del sufrimiento. Íbamos muy bien, pero si Pablo no hubiera incluido este tema, diríamos que todo lo demás no es real. ¿Cómo contrastamos el amor de Dios con el sufrimiento? Pablo nos presenta el maravilloso hecho de nuestra esperanza como cristianos, y la sólida base sobre la que ésta descansa. ¿Has tenido sufrimientos en tu vida? ¿Exactamente dónde tienes puesta tu esperanza?

Las promesas de Dios desde los tiempos de Abraham son el poder regresar a tener esa comunión directamente con Él. Y lo hace a través de llamarnos sus hijos. Nos adopta a través de su espíritu para que podamos ser parte de Su pueblo. Pero ¿Qué quiere decir el ser adoptado? ¿Qué papel juega el Espíritu Santo con nosotros y que papel jugamos nosotros con Él? Todos tenemos días en los que no nos sentimos como hijos de Dios! ¿Cómo sobrepasamos esos momentos de duda? La respuesta se encuentra en las promesas de Dios y el Espíritu Santo trabajando en nosotros todos los días!

Tendremos un paréntesis sobre la serie del profeta Oseas, y durante octubre estudiaremos el capítulo 8 de la carta de Pablo a los Romanos. Esta carta a los Romanos es una de las más cautivadores de la Biblia, y particularmente el capítulo 8, nos presenta algunas de las bendiciones más maravillosas que tenemos. Ser libres de la condenación de Dios, habitados por el mismo Espíritu de Dios, adoptados en su familia, destinados a la resurrección y a la gloria y llenos de esperanza por su promesa de hacernos bien en todo lo que suceda en nuestra vida. ¿Tienes la certeza de “estar en Cristo”? ¿Dónde está tu justicia? Este capítulo es un recital sobre estos gloriosos beneficios.

Oseas sigue en Israel clamando al pueblo que se arrepientan. ¿Pero es demasiado tarde? ¿Israel se ha alejado demasiado de Dios? ¿Volverá una vez más a glorificar a Dios o fracasará y servirá solo como advertencia a otros en su destrucción? ¿Y qué hay de nosotros hoy? Mientras navegamos por el naufragio del antiguo Israel, estaremos o más atentos a las afiladas rocas en las aguas que nos rodean o nos diremos tontamente a nosotros mismos; "¡Eso nunca podría pasarnos a nosotros!"

Es increíble que después de haber sido rescatado y de haber recibido una misericordia increíble, Jonás tiene un reclamo. ¿Cuál es? Que el carácter de Dios es malo; ¡es demasiado amable y amoroso! ¡Dios debería atacar y castigar más! Pero, ¿Jonás estaría realmente feliz con un Dios así?

En el último capítulo, Jonás fue salvado de una manera dramática. Ahora, Dios ha enviado a Jonás a Nínive con un mensaje dramático: "¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!" que es seguido por un arrepentimiento dramático. ¡Ahora estamos listos para el clímax dramático donde Nínive es destruido! ... pero nunca pasa. ¿Se le olvidó a Dios? ¿Jonás entendió mal el mensaje? ¿Que pasó?

La semana pasada vimos que Jonás demostró en términos inequívocos que prefería morir antes que obedecer a Dios. ¿Dios le dio a Jonás lo que quería? Aquí, en el capítulo 2, Jonás hace múltiples referencias que parecen sugerir que murió cuando fue arrojado al mar. ¿Jonás es una historia de muerte y resurrección? Si es así, ¿cómo nos ayuda eso a entender el mensaje del verdadero Oseas?