Palabra: Podcasts Sobre La Biblia

El primer capítulo del Libro de Éxodo de esfuerza por presentándose a sí mismo como una continuación del Libro de Génesis. El primer indicador es que el texto original de hecho empieza con la conjunción Y-hellip;, que se ha eliminado en nuestras traducciones por motivos de estilo. La conjunción se incluye también en los siguientes libros hasta el Libro de Samuel y nos habla naturalmente de una continuación y una unidad. El segundo indicador como notaréis es que hay además una referencia a la muerte de José, que es justo el relato con el que acaba el Libro de Génesis. El tercer indicador es que recupera un tema importante con el que empezó el propio Libro de Génesis. El crecimiento es una llamada que reciben Adán y Eva al principio pero también una promesa que Dios le da a los patriarcas Abrahám, Isaac y Jacob en el Libro de Génesis. El Libro de Éxodo, por lo tanto, al empezar dando tantos detalles específicos sobre el crecimiento de la familia de Jacob, nos recuerda primeramente y desde el principio que Dios

¿Podría algo dejar de existir a fuerza de no hablar de ello? Algunos podrían sacar buen provecho de ello si fuese posible. Antes había temas como el del sexo de los que sencillamente no se hablaba pero sabemos que no por ello el sexo haya dejado en algún momento de ser una realidad. Son áreas de la vida que escondemos para no enfrentarnos a ellas. Los tabúes existen en todas las generaciones, lo único que cambia es el tema que necesitamos ocultar. Lo innombrable parece inevitable y sus atributos se aplican alternativamente a una o a otra realidad dependiendo de cada generación. Hoy en nuestra generación lo que silenciamos y escondemos a toda costa es la muerte. Pensad por ejemplo en cómo las redes sociales y los medios de comunicación sólo tienen espacio para cuerpos jóvenes, de tal forma que los que vamos envejeciendo parecemos pertenecer ya a una realidad que ni siquiera es visible. Pensad en la cantidad de eufemismos que hay ya para referirse a la muerte. Pensad en los temas que dominan habitualmente las c

Hay en la vida muchos hombres, grandes y pequeños, que se esfuerzan en hacer públicas no pocas de sus palabras. Popularmente se tiende a creer que de entre todas ellas cada uno habrá guardado para el final las más interesantes y las últimas palabras de una persona suelen atraer sobre sí mismas una especial atención. La realidad sin embargo es que no siempre es así. Se dice que por ejemplo el actor Humphrey Bogart utilizó sus últimas palabras para lamentar haber cambiado su bebida habitual. El escritor ateo Christopher Hitchens por su lado aprovechó para bromear sobre el cáncer que le arrebatará la vida. La razón es probablemente porque preferimos limitar nuestra atención exclusivamente a lo que nos pasa en el presente. Nos gusta reinterpretar todo incluso lo más profundo en base al momento específico que estamos viviendo pero al adentrarnos en textos de la Biblia como este descubrimos que hay una realidad futura que también debería atraer nuestra atención. ... Podcast de Jose de Segovia sobre Libro de Génesis

Cuando nos saludamos solemos preguntarnos cómo estamos ¿verdad? Al hacerlo no siempre te queda claro si te apetece entrar en detalles, si realmente deberías hacerlo o incluso si a la otra persona realmente le interesa que lo hagas; pero para salir del paso solemos contestar que estamos bien ¡claro! Es naturalmente un convencionalismo pero en el fondo si lo analizamos a la luz de lo que nos dice la Biblia la verdad es que nos va, no ya bien, sino ¡mucho mejor de lo que nos merecemos! Los sentimientos son variables en función de muchos parámetros en cada preciso momento y es por eso importante que busquemos la guía de la palabra de Dios al valorar cómo estamos realmente y valorar más allá de lo que pueda ser una impresión o un convencionalismo. Jacob en este texto se muestra apesadumbrado hasta el extremo delante de Faraón, a pesar de haber acabado en lo que se reconocía entonces como lo mejor de la tierra. Y ¿por qué es Jacob importante para nosotros hoy? Pues porque los creyentes hoy pertenecen precisamente a

El futuro es para nosotros una incógnita y también una continua fuente de temor. Nuestra vida es siempre un camino inacabado y una senda que no sabemos hacia dónde nos lleva. ¿Qué será de nosotros mañana? ¡Nadie lo sabe! Si hubiese exclusivamente una única opción sería quizás más fácil pero, como observamos cada día y también en el texto que trataremos hoy, hay infinidad de desvíos. La Biblia encaja con esta descripción de la vida pero añadiendo que hay además alguien que sí tiene el control y el deseo de guiarnos a través de ella. Los protagonistas de este texto del Libro de Génesis habían vendido a su propio hermano como esclavo y cuando quieren darse cuenta, sus frágiles vidas se acaban descubriendo en las misericordiosas manos de aquel que habían dado ya por muerto.... Podcast de Jose de Segovia sobre Libro de Génesis, Cap. 45:15ss

¡Cuántas historias se han escrito ya sobre personajes que viven carcomidos por la culpa! Desde clásicos como Macbeth de William Shakespeare hasta El corazón delator de Edgar Allan Poe ¿verdad? Historias cada una de ellas con sus particularidades y que en conjunto nos recuerdan una y otra vez que la culpa sí tiene consecuencias. La culpa causa efectos sobre nosotros y sobre los demás por supuesto. ¡Cuánta gente pasa sus vidas lamiéndose las heridas! Volviendo siempre a ese momento en el sufrieron una ofensa. Todos ofendemos y somos ofendidos y al llegar a este texto de la Biblia entendemos también que el verdadero problema no son las circunstancias. El concepto de pecado de la persona es enormemente clarificador en este contexto. En este texto los protagonistas han vendido a su propio hermano como esclavo y son a pesar de todo incapaces de ver su culpa. Para colmo, al mismo tiempo, se muestran inflexibles con la culpa de los demás ofreciendo un cuadro que nos debería resultar realmente familiar. Deberíamos pod

Hay dos fuerzas que ejercen atracción en direcciones opuestas y que nos han caracterizado desde el principio de los tiempos. Vemos en esta cultura de Babel que, por un lado, tenemos esa necesidad de unirnos a otros para formar tribus, pueblos o causas comunes que nos permitan ir más allá de nosotros mismos. Así basamos nuestra identidad en un proyecto según nuestra raza, sexualidad o estatus social pero claro también tenemos en nuestra misma cultura esa otra necesidad opuesta, la de buscar la independencia de las etiquetas. Vivimos siempre en una eterna contradicción, empujados por estas dos fuerzas opuestas que, según el relato de la Biblia sobre Babel, nos precipitan finalmente a nuestra propia destrucción. Siempre habrá nuevas generaciones con nuevos teóricos de un nuevo mundo, que se unirán y formarán agrupaciones sociales, políticas o religiosas y que en dos o tres años se habrán peleado y dividido para siempre con la intención de no saber nada más el uno del otro. Que es justo cuando surge una nueva id

Vivimos tan llenos de nosotros mismos ¿verdad? ¡Siempre mirándonos al ombligo! Somos nuestro tema favorito y nos cuesta mucho pensar en algo diferente. La razón es que somos lo único que deseamos en la vida. Nos cuesta pensar en alguien parecido a nosotros mismos pero, claro, ¡lo que ya es imposible, es que pensemos en alguien totalmente diferente a nosotros! La Biblia nos revela a una persona que es totalmente diferente a nosotros y que al mismo tiempo es digna de toda nuestra atención. Se nos llama a imitar a Jesús pero ¡con qué poco éxito acaban nuestros intentos! Porque claro, por mucho que nos preguntemos en cada momento qué haría Jesús en nuestro lugar, lo que acabamos haciendo es muy diferente de lo que sabemos que habría hecho él. La singularidad de Cristo empieza desde la forma en la que llega a nosotros, como un intruso trascendente, pero no acaba ahí por supuesto y se manifiesta también en su muerte.... Podcast de Jose de Segovia sobre Epístola a los Filipenses, Cap. 2 5-11

La vida nos enseña muchas veces que es la temporalidad lo que caracteriza aquello a lo que nos aferramos ¿verdad? Muchos seguramente pensarán que lo que se repite más en la Biblia es el mandamiento a la santidad o amar al prójimo pero lo cierto es que el mandamiento más repetido es ¡no temáis!. Ocurre especialmente como sabéis cuando él se revela o se muestra a las personas primero como Jehová y luego como Jesús. Quizás esta importancia cuantitativa no sea importante para todo el mundo pero lo que sí demuestra al menos es la importancia que Dios sabe que esto tiene para nosotros. Hasta qué punto nos domina y paraliza el miedo ¿verdad? El propósito del Señor sin embargo es que no tengamos miedo pero claro, ¿en qué podemos basarnos para confiar en que realmente no tenemos nada que temer?... Podcast de Jose de Segovia sobre Libro de Génesis, Cap. 43 1ss

Hay momentos en la vida en los que nos parece que todo está en contra nuestra ¿verdad? ¿Por qué todo nos sale tan mal? ¿acaso podría ser que Dios está queriendo decirnos algo? Son preguntas recurrentes pero no es fácil entender qué es lo que puede querer decirnos la providencia a través de circunstancias específicas. La Biblia expresa con claridad cuál es la voluntad general de Dios, claro, pero las circunstancias particulares nos llevan muchas veces a la incertidumbre y la perplejidad. El propio cristianismo se ha dividido muchas veces a lo largo de la historia precisamente en su comprensión de lo que es la providencia. La teología natural de Tomás de Aquino por ejemplo sostenía que Dios se revela también en nuestras circunstancias y Martin Lutero se enfrentó a esta idea ya en sus 95 tesis. Las ideas nos pueden llevar por supuesto a extremos: tanto al extremo de pensar que las circunstancias nos lo dicen todo, como al extremo de pensar que no nos dicen nada. El relato que estamos viendo de los hijos de Jacob